viernes, junio 02, 2006

Edwin Enrique Soria Júarez: El entrevistador entrevistado

Por Mario Ramírez

Después de extrañar durante dos semanas las entrevistas de este señor, es mejor preguntarle qué se siente estar del otro lado para compensar esa sequía.

Develaremos y pondremos en evidencia al entrevistador entrevistado con su afición a la taxidermia de lecturas, telarañas, preguntas preguntonas y el latín.

Mario Ramírez.

Si quieren saber más de Enrique Soria, pueden acceder a las páginas:

http://conversare.blogspot.com/

http://escritoresyvueltas.blogspot.com/

http://enriquesoria.blogspot.com/

http://oculusoria.blogspot.com/


Acomodémonos entonces, con el respectivo café que a veces él mismo nos recomienda, para ver qué nos cuenta. No sé cuánto haya acosado a sus anteriores entrevistados, pero espero que sea recompensada la curiosidad de ellos –y posiblemente de algunos más– de saber quién es el personaje que los ha estado entrevistando.

1. ¿Cómo nació la idea para crear este espacio de entrevistas?

Siento extraño estar del otro lado, sin embargo acepto el reto.

Al terminar de escribir “El Dintel” —el cual aún no ha sido publicado—, luego de escribir, tener muchas ideas, de estar gordo de letras, quedé seco en el sentido literario, ya que físicamente no he sido más que huesos y pellejo. Me encontré entonces en la necesidad de inyectarme un poco de información, dentro de lo que pasó por mis manos saltan a la luz tres pilares que dan vida a la idea de este espacio: El primero es el libro “Al pié de la letra”, de Cristina Pacheco, en donde hace una especie de antología de entrevistas publicadas en revistas como Siempre! y La Jornada. El segundo es una serie de sesiones de fotos y entrevistas que había visto en los extras que traen los DVD, la última fue una de Pocho Sánchez. El tercer pilar es la necesidad de hacer algo y no quedarme estancado. Descubrí entonces el arte de hacer preguntas y tratar de conseguir que el entrevistado se sienta a gusto y converse con cierto aire de confianza de algo que es parte de mi vida y la de él: La literatura. Confieso que me ha gustado la nueva faceta, esta de preguntar cosas que siempre he querido y que aún no he escuchado de los entrevistados, aunque en muchas de las veces tengo que opacar esos deseos y dar paso a preguntas que los demás podrían valorar más. Estoy tentado a no limitarme y de repente entrevistar a gente que tenga cosas interesantes que contar, como mi abuela Greis, la tía Osha, o al jardinero que viene a la oficina, pero quizá sea más adelante.

2. Muchos de los títulos de tus escritos e incluso el nombre de esta página están en latín. ¿Qué es lo que impulsa a ES a usar esa lengua?

Mi afición por el latín data de unos tres años para acá. Creo que todo inicia con el hecho de que siempre quiero saber el origen de todo. La necesidad que me genera el enamoramiento con el idioma me llevó a esto. También en muchas ocasiones me es difícil titular mis trabajos, no por que no exista cómo nombrar a los escritos, es nada más la manía de encontrar el nombre perfecto, bautizar a un escrito es tan importante como nombrar a un hijo. Un nombre y un apellido en estas latitudes incluye un buen paquete: historial de familia, aficiones, defectos, degeneraciones, enfermedades, carácter, relaciones sociales, costumbres alimenticias, etc. Hitler no sería tal sin la referencia a su nombre, al igual que “Carta a una señorita en París” o “Cien años de soledad”, que inician siendo grandes obras desde el título, quizá en la generación de las obras la titulación de las mismas estuvo de último en el proceso, por otra parte pudo haber sido el inicio. El nombrar algo es un acto de fe y responsabilidad. El título, para muchos de mis escritos es parte del mecanismo de funcionamiento, a tal grado que llega a ser la clave para darle el toque a muchos de ellos. En resumen, el enamoramiento con el idioma, la necesidad de conocer el origen de las palabras y el justo funcionamiento de los escritos me lleva a titular en latín. Además, suena precioso, en algún momento quizá suene ontológico, si cabe el término, acaso pletórico de un aura de misterio.

3. ¿Cómo te diste cuenta que tenés la vocación de escritor? ¿Qué mueve a ES a escribir?

Siempre he contado historias, si bien es cierto que no tenía hace un tiempo ninguna noción de lo que era ortografía o redacción, la necesidad de contar bien y contar por escrito me llevó a conocer un poco de esto. Me mueve lo que soy, es decir que así como existe el sístole y el diástole en mi organismo, existe la pulsión de contar, de escribir, de leer. Siempre hay textos de otros que me impulsan a escribir, entonces pienso en el texto que desearía yo encontrar en un libro y eso es lo que escribo.

4. Tus relatos son a veces oscuros, tus poemas solitarios. ¿Hay oscuridad o soledad en ES a la hora de crear una entrevista?

No hay soledad más allá de la que el oficio de escritor me exige, no se puede escribir si se está rodeado de gente. No hay oscuridad en las entrevistas. Lo que existe en cualquier caso es gusto por las letras y diversión. Me apasiona escribir, preguntar, escuchar/leer cosas que me llaman la atención. Ahora bien, la oscuridad y soledad que el entrevistado quiera proyectar son objeto único de su elección. Cada quién se proyecta como lo desea o como lo necesita.

5. En tu cuento “Texere”, la araña le aplica un croché a los ojos del individuo para que no la siga viendo. ¿Hay algo que ES no quiera ver mientras entrevista?

Todo lo contrario. Cuando realizo las entrevistas quisiera tener todos los ojos posibles, todas las visiones que se me permitan. Quiero ser un clarividente y ver por donde va a saltar la liebre, si la pregunta provoca un monosílabo, si puedo redactar de otra manera para evitar que el escritor esquive la pregunta de forma obvia, deseo visión para lograr la justa dimensión de las letras, oraciones y preguntas. Lo que no quiero ver está en la vida real, no es parte de las entrevistas ni es ficción.

6. ¿Cómo es ES lector?

Selectivo. Soy un taxidermista, me agrada tener las imágenes de lo que leo en la mente, más que el texto en sí. Antes podía leer textos largos, sin embargo ahora quizá por la necesidad, el trabajo y la vida misma que he escogido, soy un discípulo de los textos cortos, escritos que entreguen mucho en poco tiempo, en pocas líneas. De allí como nacen los relatos y la entrevista en mi jardín. Además causa de esto nace mi colección personal de bichos raros y excepcionales, relatos que son de mi predilección y que visito frecuentemente, es como observar las mariposas que se colocan en un coleccionador, pinchadas por un alfiler. Quizá es la suplantación de mi afición por la filatelia, tengo algo así como un coleccionador virtual de los relatos que me agradan. Les veo las líneas del linotipo, los bordes, el matasellos e imagino las noticias qué precedían como pase para circular por el mundo de las cartas que en algún tiempo un escritor lanzó al viento.

7. ¿Qué libros han marcado la vida de ES como lector y como escritor?

Cada uno marca, son como los coitos, los hay malos, memorables y placenteros. En un principio no fueron libros sino autores. Así podría enumerar desde los libros de Pepe Milla, Kafka, Hesse, Monterroso, García Márquez, etc. Sin embargo con el correr de los años son más bien trabajos, escritos o relatos que me dan envidia, que me drenan deseo de escribir algo así y me provocan ansiedad por crear algo del mismo calibre.

8. ¿Cuál fue el primer libro que leíste?

No recuerdo, está entre La cabaña del Tío Tom y Oliver Twist, ambos con ilustraciones y pasta dura, de mi primera colección de libros. Estos fueron sustraídos con el consentimiento de mi madre de unos armarios de la casa de mis abuelos maternos. Entre este lote estaban algunas ediciones menos agraciadas como La Mansión del pájaro serpiente, Alí Babá y Las mil y una noches.

9. Recomendaciones de libros para regalarle a un lector que inicia en la literatura

Si es un niño hay que probar con todo lo que se tenga al alcance hasta encontrar algo que le agrade, recién a un primo le regalé un par de libros que según yo le fascinarían, sin embargo el resultado fue poco fructífero. Luego en esas ventas de libros usados conseguí unos libros de esas colecciones infantiles y le regalé nueve, al mes me llamó preguntando por el siguiente cargamento y me he visto obligadamente feliz a mandarle más. Ahora bien, si es un crío ya crecidito, quizá algo sensacionalista y fácil, pero todo depende de la persona y sus gustos.

10. Todo lo que sube, baja, así que el que al cielo escupe le espera la sorpresa. Acá le ponemos a ES el famoso juego de palabras utilizando un lenguaje técnico para ver cuáles son sus reacciones.

—Tecnicismo

Frase elitista para dar vuelos de importancia a los impíos.

—Líquidos penetrantes

Capilaridad y tiempo.

—Partículas magnéticas

Curva de Histéresis.

Arnés

Seguro de vida.

—Destornillador

Útil arma.

—Informe Técnico

Dolor de espalda, cobertor de nalgas.

—Desmontaje

Sepelio.

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Confiar.

11. Bibliografía.

Aparece en escena a finales del año 1978, momento en el que por destino se convierte en ciudadano Guatemalteco. Eterno estudiante de Ingeniería de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Trabajos publicados: un libro de poesía y fotografía con la Editorial Adverbium. Publicaciones esporádicas (poco menos que la aparición de zompopos de mayo) en algunas revistas por más desconocidas. Aún duda del alumbramiento de su primer libro, además mantiene tras una puerta negra, tres candados y una clave la mayoría de lo que ha escrito. Único responsable de este espacio de conversación y de las sonrisas que hasta hoy usted amable lector ha esbozado en su rostro, allá usted si serán por vergüenza ajena, por compasión o solidaridad.